Poema de Azpeitia
Que más da,
reza en mis manos,
toca mis cuerdas...ven...
son cuerdas rotas
de un violín sin trastes.
No importa si no suenan,
cantaron otras tardes.
Volaron, jugaron a enredarse.
Hoy rezan en silencio,
dormidas, perezosas..
se perderan las Salves.
Después de todo,
detrás de todo...
un canto miserable.
Solo una cuerda,
para esta música en el aire.
Hoy templarás el arco de tu arte,
con ese impiadoso,
febril presentimiento
del tiempo que me acecha.
Me volverás invierno,
en la fría latitud, de tu piedad lejana.
Toca mis manos..
preludios de dos cisnes
que rozarán tu cuerpo
con tono imperceptible.
Voy a quitarte el agua,
los húmedos paréntesis
de codas presurosas,
firmes, que vuelven al principio,
en bermellones huecos,
que insisten, se repiten.
Toca mis miedos, ven...
sin fusas ni corcheas
manchados de tu brisa,
de una resaca dulce
que vuelve al horizonte
donde nació el pasado.
Toca mi voz, trémula,
rota, casi amarrada,
curada en vendavales
de intrépidos rumores,
debajo, en lo profundo,
inmersa en nuestra nada.
Sólo un retrato amarillo,
olvidado no sé dónde
nos acusa,
una huella en la bruma que nos quiso.
El aire de tu boca que pasó a mi boca.
La risa que tu sabes,
hoy traspasó mis sueños,
la risa que yo quise,
hoy se apagó en un rictus.
Trinchera fácil, de un traicionero impulso.
Bastó violar tu llanto para segar mis fuerzas,
bastó secar tus ojos en un ademán pausado.
La lengua fatal, rompió las cuerdas,
la lengua fatal hundió aquel barco.
Amarras de la vida que se quiebran,
llevándoselo al mar que nos
trasciende.
3 comentarios:
Bienvenido a mi puerto con tus versos llenos con llamas de amor.
Gracias a ti, generosa poeta, que llenas el espacio de versos como la mansa lluvia que reaviva nuestras vidas,,,un beso desde azpeitia
Tu poema trasciende el mar y toca nuestra sensibilidad.Un abrazo de
Silvia Loustau
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